Para recoger evidencia empírica sobre el impacto que tienen las metodologías activas —entre ellas ABP y ETHAZI— en las comunidades educativas de tres liceos de la Fundación Irarrázaval (FIRA), el equipo de investigación del Centro de Liderazgo Educativo UDD, integrado por María José Domínguez y Andrea Bonnaud, realizó visitas en terreno durante junio.
El primer establecimiento fue el Liceo Bicentenario de Excelencia Padre Óscar Moser, de la comuna Padre Las Casas, en la Región de La Araucanía. Junto con destacar el encuentro, ocurrido el martes 10 de junio, su directora Claudia Medina señaló que «esta instancia nos permite a nosotros sistematizar el impacto que tiene la implementación de metodologías activas que refuerzan el desarrollo de la formación técnico-profesional».
Posteriormente, el viernes 13 de junio, se concurrió al Liceo Bicentenario Guillermo Richards Cuevas, más conocido como Liceo Industrial de San Felipe, en la región de Valparaíso. Su director, Andrés Vargas, valoró la implementación de estas metodologías en el establecimiento: «En esto se juega la viabilidad de la pedagogía y de la educación en Chile. Vemos que el sistema tradicional ya no motiva ni a los alumnos ni a los profesores, por lo que hay que invertir la manera de formar: haciendo participar a los estudiantes, planteándoles desafíos que ellos mismos vayan elaborando con toda la información y tecnología que disponen».
Finalmente, el martes 17 de junio se visitó al Liceo Bicentenario Colegio Diocesano Obispo Labbé de Iquique, en la región de Tarapacá, cuyo director es Mauricio López, quien fue reconocido como un CrackTP en 2023 y galardonado por el PremioLED en 2024.
Las instancias, además, permitieron la construcción colaborativa de una matriz de marco lógico. «Llegamos con una propuesta inicial y, junto a los equipos directivos, la afinamos para definir objetivos, indicadores y fuentes de verificación propios de cada proyecto», explica Andrea Bonnaud.
Así, estas matrices se transformarán en un plan de levantamiento de información que se aplicará durante los próximos meses, con el objetivo de medir los resultados y desafíos de cada innovación; generar aprendizajes para la mejora continua, y producir evidencia escalable que oriente a otros establecimientos que buscan actualizar sus metodologías de enseñanza frente a nuevas formas de aprender.
«En un contexto donde los estudiantes aprenden de manera distinta, este proyecto aporta insumos clave para modernizar la práctica docente, fortalecer la relación escuela-comunidad y ampliar oportunidades formativas de calidad en la Educación Técnico-Profesional», concluye María José Domínguez.